A Barraza no le quedaba otra que aceptar, debido a que era el motorista en los juzgados de Chinameca y del directivo aguilucho y juez de la ciudad, el doctor José Estrada padre, quien prácticamente le ordenó firmar con el Águila.
Saúl Molina estaba entrenándose con el Dragón y antes de que iniciara el torneo fue convencido para integrarse al Águila. La dirección técnica se le encomendó al argentino Agustín Noriega, quien había venido a El Salvador procedente del equipo chapín Guatemala Deportiva. Jugó con el Sonsonate y después se hizo técnico.
Una situación delicada se dio cuando una orden federativa estableció que los jugadores de las selecciones nacionales no podían jugar en equipos de segunda división, lo que tocaba los casos de Barraza, Fuentes, Molina y Hernández, que no acataron la resolución y fueron suspendidos por un año. Sin embargo, siguieron dentro del plantel recibiendo su salario mensual.
Así, el primer año de Águila en la Liga Mayor "B" fue sin sus nuevas contrataciones. Por gestiones del directivo Óscar Quiroz, se logró que la sanción se rebajara a seis meses. Con las limitaciones, Águila se inscribió en el torneo 1956-57 de la Liga "B", y comenzó a construir su mística, con un dato especial. En la zona central jugaba el Águilas F.C., de Santa Tecla.
La dirigencia emplumada había pedido el cambio de nombre de Alacranes por el de Club Deportivo Águila, pero el 21de agosto de 1956, la FEDEFUT, en el Acta n.º 30, tomó la decisión de inscribir al equipo migueleño y registrarlo como Club Deportivo "A" para diferenciarlo de su homónimo tecleño. El primer partido oficial jugado por el Club Deportivo "A", en el fútbol federado, fue ante el Titán, el 14 de octubre de 1956 en San Miguel, con un resultado de 2-2. "Maquinita" Merlos fue el anotador de los goles y terminaría como el mejor del equipo, con 14.
En su primer torneo, el orgulloso combinado migueleño ganó tres partidos, empató cinco y perdió seis. Anotó y recibió 29 goles.
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